«¿Ya se puede decir que Federer es el mejor deportista de todos los tiempos?»
La importancia de lo absoluto, de lo justo, de lo propio, esa probidad nos hace más proclives a fundirnos en análisis elogiacos sobre lo que creemos valedero. Esa ansia de buscar lo mejor y siempre lo mejor, ergo lo imperecedero es lo que nos define como humanidad. Por eso hoy me permito presentar esta mirada tenue y siempre dulce de quien es mi mejor amiga, sobre si de verdad ya podemos decir que Roger Federer es el mejor deportista de la historia. A continuación un artículo fresco y divino como su autora. Espero lo disfruten...
«¿Ya se puede decir que Federer es el mejor deportista de todos los tiempos?»
Por Susan Gabriela Flores
Roger Federer, Lionel Messi, Michael Phelps y Usain Bolt, son los cuatro deportistas más grandes en lo que va de siglo... y tal vez en sus respectivas retiradas los cuatro nombres que más resuenan para el debate entre; ¿quién fue el mejor deportista de la historia?, Porque si algo está claro es que éstos, tienen un no se qué, que los Jordan, Maradona y Alí no tuvieron, y además los números y la lluvia de records los avalan. No obstante Federer como el laureado mayor y como único deportista de la historia elegido 15 veces consecutivas «fair play» y 14 veces consecutivas como el preferido de las gentes lleva las de ganar... estamos hablando del tercer o segundo -aún quizá- el primer hombre más respetado y admirado en todo el mundo. En el año 2011 figuró de segundo sólo por detrás de Nelson Mandela en una encuesta realizada por la revista Forbes y a medida que pasan los años su leyenda sigue agigantándose a velocidad crucero.
Lo que alcanzó el tenista suizo, de 35 años, no se puede cuantificar, pero puede que sea el premio de mayor valor que haya conseguido.
Su trascendencia es que es indiscutido. De hecho nos cuesta recordar el nombre de otro deportista que haya conseguido un consenso a su grandeza de manera tan unánime.
Federer se trata del mejor tenista masculino de todos los tiempos y eso es algo que nadie pone en duda o puede cuestionar.
Ante este dominio abrumador en una era de gigantes, varias voces empiezan a llamar a Federer “el mejor deportista de todos los tiempos”, una etiqueta que con toda certeza le queda grande a cualquiera pero que, con algunas acotaciones, parece justa para él.
Para empezar, habrá que recordarle a aquellos que pongan a Michael Jordan o Diego Maradona como merecedores del título que nunca un deporte de conjunto podrá arrojar al mejor de todos los tiempos, pues la naturaleza de estas disciplinas hace que un jugador pueda resultar campeón en un día muy malo gracias a la colaboración de sus compañeros, algo imposible en los deportes individuales.
Ahora bien, existen los deportes individuales de eliminación directa y en los que se gana con el mejor registro (tiempo, las más de las veces, o marcador como en el boliche o el golf). Ciertamente los deportistas con mejor registro, como Usain Bolt o Michael Phelps, pueden presumir que son el mejor de todos los tiempos por la sencilla razón de que nadie ha superado su hazaña, y no les falta razón. Pero también debe tenerse en cuenta que son deportes poco profesionalizados en los que se enfrentan las “élites genéticas”: aquel puñado de personas con la estatura, resistencia y metabolismo privilegiados a los que sólo hay que pulir un poco y enviar al tartán o a la alberca. En otros deportes abundan los prodigios que compensan con mentalidad e ingenio la falta de condición física, lo que no puede suceder en el atletismo.
El único argumento contra Federer podría venir si se desprestigia a sus rivales, pero se tratan del segundo y cuarto mayores ganadores de Grand Slam de todos los tiempos. En este sentido, lo conseguido por Serena Williams, con 23 Grand Slam ganados (segunda de todos los tiempos sólo detrás de Margaret Court), no califica, por desgracia, para ponerla como la mejor de todos los tiempos, pues sus rivales mejor colocadas son su hermana Venus Williams, con 7 títulos en su carrera y el lugar 9 de todos los tiempos, y la rusa Maria Sharápova con 5 títulos, la 12 de todos los tiempos en el renglón.
Una razón más para poner a Federer como el mejor, alejada tal vez de lo meramente deportivo: la pulcritud con que se ha manejado dentro y fuera de la cancha, un ejemplo para el mundo. Apunta Pablo Gravellone para el portal argentino Toda Pasión que “para ser el mejor de todos los tiempos, hay que reunir todas las cualidades de un deportista completo. No alcanza con el talento y los títulos. El comportamiento, la duración de la carrera, la relación con el público, la conducta fuera de la competencia, el profesionalismo para entrenarse. Todas estas condiciones se destacan al momento de juzgarlo. Y ahí es donde muchos trastabillan o pierden chances con respecto a Federer”.
Estamos frente a posiblemente el mejor deportista de todos los tiempos y frente al deportista que debería servir como ejemplo para los demás. Un hombre que sabe administrarse en lo emocional y físico durante los encuentros, con una convicción y tesón que lo vuelven casi imbatible, con la humildad para buscar siempre mejorar su técnica y, con una vida alejada de los excesos en los que caen muchos, muchísimos otros atletas. Esto, más lo que acumule en los años que le restan antes de despedirse de las canchas.
Todo esto aunando a que ningún deportista en toda la historia ha tenido ni por asomo, un éxito tan perenne en su senectud. Decía el futbolista Franccesco Totti tras Federer ganar el Australia Open a su némesis Rafael Nadal que, lo que Federer está haciendo por el deporte sería como que hoy día él estuviese compitiendo contra Messi y Cristiano Ronaldo por el balón de oro.
Parece que aún le quedan dos años más al mejor vino de todos los tiempos. En lo personal a mí sólo me queda agradecerle, nací un 1 de Julio del año 1996, lo conocí con apenas 10 años de edad, cuando una tía muy fan de él con una forma muy divertida me inspiró a amar desde ese momento el tenis. Se trataba de esa final de Wimbledon 2006 cuando Roger levantó el trofeo de la catedral frente a Nadal tras ir perdiendo los primeros sets y, hoy... a mis 21 años de edad le agradezco a este señor por haberme regalado los momentos más dulces y eufóricos de mi vida. Hoy sólo queda seguir deleitándose de «Su Majestad».
«¿Ya se puede decir que Federer es el mejor deportista de todos los tiempos?»
Por Susan Gabriela Flores
Roger Federer, Lionel Messi, Michael Phelps y Usain Bolt, son los cuatro deportistas más grandes en lo que va de siglo... y tal vez en sus respectivas retiradas los cuatro nombres que más resuenan para el debate entre; ¿quién fue el mejor deportista de la historia?, Porque si algo está claro es que éstos, tienen un no se qué, que los Jordan, Maradona y Alí no tuvieron, y además los números y la lluvia de records los avalan. No obstante Federer como el laureado mayor y como único deportista de la historia elegido 15 veces consecutivas «fair play» y 14 veces consecutivas como el preferido de las gentes lleva las de ganar... estamos hablando del tercer o segundo -aún quizá- el primer hombre más respetado y admirado en todo el mundo. En el año 2011 figuró de segundo sólo por detrás de Nelson Mandela en una encuesta realizada por la revista Forbes y a medida que pasan los años su leyenda sigue agigantándose a velocidad crucero.
Lo que alcanzó el tenista suizo, de 35 años, no se puede cuantificar, pero puede que sea el premio de mayor valor que haya conseguido.
Su trascendencia es que es indiscutido. De hecho nos cuesta recordar el nombre de otro deportista que haya conseguido un consenso a su grandeza de manera tan unánime.
Federer se trata del mejor tenista masculino de todos los tiempos y eso es algo que nadie pone en duda o puede cuestionar.
Ante este dominio abrumador en una era de gigantes, varias voces empiezan a llamar a Federer “el mejor deportista de todos los tiempos”, una etiqueta que con toda certeza le queda grande a cualquiera pero que, con algunas acotaciones, parece justa para él.
Para empezar, habrá que recordarle a aquellos que pongan a Michael Jordan o Diego Maradona como merecedores del título que nunca un deporte de conjunto podrá arrojar al mejor de todos los tiempos, pues la naturaleza de estas disciplinas hace que un jugador pueda resultar campeón en un día muy malo gracias a la colaboración de sus compañeros, algo imposible en los deportes individuales.
Ahora bien, existen los deportes individuales de eliminación directa y en los que se gana con el mejor registro (tiempo, las más de las veces, o marcador como en el boliche o el golf). Ciertamente los deportistas con mejor registro, como Usain Bolt o Michael Phelps, pueden presumir que son el mejor de todos los tiempos por la sencilla razón de que nadie ha superado su hazaña, y no les falta razón. Pero también debe tenerse en cuenta que son deportes poco profesionalizados en los que se enfrentan las “élites genéticas”: aquel puñado de personas con la estatura, resistencia y metabolismo privilegiados a los que sólo hay que pulir un poco y enviar al tartán o a la alberca. En otros deportes abundan los prodigios que compensan con mentalidad e ingenio la falta de condición física, lo que no puede suceder en el atletismo.
El único argumento contra Federer podría venir si se desprestigia a sus rivales, pero se tratan del segundo y cuarto mayores ganadores de Grand Slam de todos los tiempos. En este sentido, lo conseguido por Serena Williams, con 23 Grand Slam ganados (segunda de todos los tiempos sólo detrás de Margaret Court), no califica, por desgracia, para ponerla como la mejor de todos los tiempos, pues sus rivales mejor colocadas son su hermana Venus Williams, con 7 títulos en su carrera y el lugar 9 de todos los tiempos, y la rusa Maria Sharápova con 5 títulos, la 12 de todos los tiempos en el renglón.
Una razón más para poner a Federer como el mejor, alejada tal vez de lo meramente deportivo: la pulcritud con que se ha manejado dentro y fuera de la cancha, un ejemplo para el mundo. Apunta Pablo Gravellone para el portal argentino Toda Pasión que “para ser el mejor de todos los tiempos, hay que reunir todas las cualidades de un deportista completo. No alcanza con el talento y los títulos. El comportamiento, la duración de la carrera, la relación con el público, la conducta fuera de la competencia, el profesionalismo para entrenarse. Todas estas condiciones se destacan al momento de juzgarlo. Y ahí es donde muchos trastabillan o pierden chances con respecto a Federer”.
Estamos frente a posiblemente el mejor deportista de todos los tiempos y frente al deportista que debería servir como ejemplo para los demás. Un hombre que sabe administrarse en lo emocional y físico durante los encuentros, con una convicción y tesón que lo vuelven casi imbatible, con la humildad para buscar siempre mejorar su técnica y, con una vida alejada de los excesos en los que caen muchos, muchísimos otros atletas. Esto, más lo que acumule en los años que le restan antes de despedirse de las canchas.
Todo esto aunando a que ningún deportista en toda la historia ha tenido ni por asomo, un éxito tan perenne en su senectud. Decía el futbolista Franccesco Totti tras Federer ganar el Australia Open a su némesis Rafael Nadal que, lo que Federer está haciendo por el deporte sería como que hoy día él estuviese compitiendo contra Messi y Cristiano Ronaldo por el balón de oro.
Parece que aún le quedan dos años más al mejor vino de todos los tiempos. En lo personal a mí sólo me queda agradecerle, nací un 1 de Julio del año 1996, lo conocí con apenas 10 años de edad, cuando una tía muy fan de él con una forma muy divertida me inspiró a amar desde ese momento el tenis. Se trataba de esa final de Wimbledon 2006 cuando Roger levantó el trofeo de la catedral frente a Nadal tras ir perdiendo los primeros sets y, hoy... a mis 21 años de edad le agradezco a este señor por haberme regalado los momentos más dulces y eufóricos de mi vida. Hoy sólo queda seguir deleitándose de «Su Majestad».
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