El valor del cine para aprender y enseñar

Hola amantes del cine, hoy les traigo una buena noticia porque... ¿qué creían de mi proyecto? ¿Una página tan mal elaborada, para no tener una sesión de cine? Es más, para inhibir la contingencia postmodernista que hasta infestó el remanente cinéfilo por foros virtuales (específicamente foros en blogger y facebook) intentaremos aunar en una claudicación intermitente de artículos lúcidos sobre cine, dar espacio y oportunidad a diversas opiniones que nos brinden una información sin sesgo, sin ese cuché tan deplorable que nos ofrece el hipsterismo snoobista o esa prepotencia tan bilipendiada (ya sabrán porque escribo ésta última palabra con "b" larga) que suele tener el academicismo canneísta, pero... ¡claro! No podría faltar la pavada hollywoodense que tiene la supremacía, en ritmo y tainning en cuestiones de debates, post y opiniones (obviamente sómeras y superfluas) ¡Wuao! Soné vituperante tal y como lo suelen ser los antes mencionados prepotentes e iluminados canneístas, que degustan como el vino ese cine tan europeo, en fin están invitados a aportar desde este cuchitril, tal vez algo se pueda hacer.. <3



Bien póngase cómodos jóvenes, los dejamos con artículo serio;

"El valor del cine para aprender y enseñar"

Utilizar el cine en las aulas no se hace por simple juego, ni por entretenimiento, ni tan siquiera como un instrumento didáctico más. El cine tiene el valor en sí mismo de ser trasmisor de dramas humanos. Desde sus inicios, los relatos que cuenta el cine han afectado a generaciones de personas mediante sus argumentos, sus contenidos, sus imágenes y sus ideas. El cine es cultura popular, arte y espectáculo. Las tramas y los temas del cine pueden y deben ser llevados a las aulas como elemento reflexivo y, por ende, orientador de comportamientos. En este artículo se presentan algunas pautas para utilizar el cine en las aulas y se fundamenta su necesidad e importancia en la función orientadora. Se incide en el valor de aprender de los otros, en la importancia del análisis de películas, en la introducción en los grandes temas que trata el cine y en su importancia en la adquisición de la sensibilidad hacia valores expresivos, cognoscitivos y creativos.



«Nosotros hemos dicho mentiras. Usted, medias mentiras. Un hombre que dice mentiras, como yo, tan sólo oculta la verdad. Pero un hombre que dice medias mentiras, no sabe donde está la verdad» (Claude Rains en Lawrence de Arabia).

«…lo que al cine interesa, mucho más que las realidades que muestra un documental, es un drama humano, algo que le pasa a alguien, con argumento; ficción con los caracteres que tiene forzosamente la vida humana» (Julián Marías).

«Quien controle el cine controlará el medio de influencia más poderoso» (Edison)

«La belleza de tu film no estará en las imágenes sino en lo inefable que ellas desprenderán» (Robert Bresson).

El cine que hay

El desafío es analizar productos de calidad, tanto en su sentido cinematográfico como en cuanto a las historias que presenta. Al lado de un cine comercial, promocional y lleno de efectismo, se mantienen otros tipos de cine como el de autor, el independiente, el que trabaja con escasos medios, el que no depende de las grandes productoras, el que se fija normas estrictas para no utilizar nuevas tecnologías, etc. Surgen movimientos independientes, paralelos o contrarios a la industria oficial. Los países más pobres siguen haciendo intentos de expresar mediante películas sus problemáticas, se continúa luchando contra el poder político y el de la censura y se encuentran productos de cine fresco, joven, que rezuma interés aunque no alcance en algunas ocasiones la técnica de moda ni se exhiba en salas comerciales.

El cine sigue vivo. Es osado predecir que ya no se harán películas de calidad. Los tiempos cambian pero aportan nuevos aires, nuevos medios, ideas frescas, problemas diferentes, que azuzan al elemento creativo que tiene el cine a buscar caminos diferentes. Los años decantarán los productos que merezcan pasar a la historia del cine. Si vuelve la alegría a los productores, se arriesgará el dinero con mejor fortuna y habrá menos miedo a crear obras de arte aunque el beneficio comercial sea menor. De momento, disfrutemos, critiquemos y aprendamos con lo que tenemos.

Enseñando a ver cine

La motivación hacia el cine se genera fundamentalmente viendo cine. Algunos puristas –los he conocido–, intentan hacer entrar a niños y adolescentes por lo que ellos llaman «buen cine». Si aplicamos al aprendizaje del cine los principios fundamentales de la didáctica, debiéramos tener en cuenta que todo se aprende desde el principio. Desde que el niño nace, ya en la familia, es conveniente que esté cerca del cine, ya sea en la tele o acudiendo a salas cinematográficas con sus padres.

Como en todo proceso de aprendizaje se accede mejor al conocimiento yendo de lo conocido a lo desconocido. Las aventuras y la fantasía están más cerca del niño.

Como todo aprendizaje, el del cine necesita de experiencias, de afectos, de motivaciones, de reiteración de hechos, de personas que contagien el entusiasmo y de productos de calidad, entretenidos y lúdicos. Nos introducimos en el cine, como en todo lo que es cultural de una manera fundamentalmente inconsciente, pues como todo proceso de aprendizaje, necesita de esquemas de comportamiento en los que prime la significación, la diversión, la didáctica, la introducción lenta y serena, la repetición de comportamientos y la satisfacción por los logros conseguidos.

El cine es drama humano

El fundamento de la narrativa cinematográfica está en dar a conocer situaciones humanas. Al cine le interesa algo más que las realidades que muestra un documental. Al cine le interesa «el drama humano», algo que le pasa a alguien, con argumento. La ficción debe responder a los caracteres que tiene forzosamente la vida humana. El cine se adentra, inventa, reproduce o investiga sobre la vida humana y sus conflictos, acerca de los odios y los amores de las personas, analizando con detenimiento los mecanismos que mueven a la especie humana. El cine contribuye al conocimiento de las personas, porque si hay un elemento diferenciador que determina la actitud ética de un cineasta ante el relato cinematográfico, éste es la mirada, el punto de vista que adopta y desde el cual cuenta la historia.
El cine es un rico entreverado de situaciones

En la didáctica de la transversalidad, cualquier medio de comunicación, y en concreto el cine, se hacen necesarios, al aglutinar elementos de difícil cohesión en otras situaciones y circunstancias.

El cine posee una historia ligada íntimamente al último siglo. Es arte y técnica, lenguaje e imagen, documento y diversión, fantasía y realidad. El cine es además cantera inagotable de relatos y de temas, de creatividad y de estética cultural.

El cine es fuente riquísima de información y de cultura, que permite entrar realmente en el estudio de nuestra sociedad y en el de otras realidades culturales cercanas o lejanas. Cuando el cine comenzó, los primeros espectadores tenían la posibilidad de ver París, Roma o Tokio sin moverse de una butaca. Hoy, nuestros niños y adolescentes, y nosotros mismos, llenos de imágenes, saciados de información, no necesitamos tanto. Por esta misma razón es cada día más importante realizar nuevas lecturas de la imagen, darle nuevos valores e interpretaciones y enfrentarlas con ojo crítico.

Cada día se realizan más esfuerzos por presentar al espectador imágenes, ideas, sentimientos y opiniones que causen impacto a la cultura de finales de este siglo. La tecnología de la imagen hace posible hoy recrear situaciones e historias impensables hace pocos años. Estamos acostumbrados a ver la televisión, y algunas espantosas catástrofes en directo. Por ello pedimos al cine cada vez mayor verismo e inmediatez.

El cine ha hecho incursión en todas las materias y ciencias y se ha valido así mismo de todas ellas para sobrevivir y crear. Por esta razón es de relativa facilidad su utilización como elemento de búsqueda de problemas humanos y de análisis de los comportamientos ficticios o reales de otras personas, con el fin de general un análisis de los propios.

La orientación humana a partir del cine

Lo que se puede realizar con el cine en las aulas no cabe la menor duda de que está en relación con las aspiraciones de cada grupo de alumnos y tiene mucho que ver con el nivel de los mismos. Es conveniente integrar el cine, la imagen en movimiento, en las actividades de clase en todos los niveles, pero es de fundamental importancia tenerlo en cuenta en la enseñanza para adolescentes y en los niveles educativos superiores para los más pequeños. No es un juego solamente ni un mero entretenimiento, ya que el cine se ha infiltrado, sobre todo a través de la televisión, en nuestra forma de vivir, y no nos podemos permitir el lujo de dejar de utilizarlo en las aulas.
El valor de la sensibilidad

Ver cine asiduamente, aplicando la capacidad de observación, disfrutando del espectáculo así como de los argumentos, la actuación de los actores y las mil y una formas de comunicación que un film entraña, beneficia la adquisición y perfeccionamiento de las capacidades perceptivas y por lo tanto los instrumentos de codificación, asimilación y recuperación de los conocimientos, potenciando el pensamiento crítico. El sentido de lo artístico es permanente, y como tal debe potenciarse permanentemente, es decir en todo momento y nivel del sistema educativo. No se puede dudar de que determinadas actitudes, sobre todo ligadas a la mayor percepción sensorial, se dan desde el nacimiento. Aún dichas actitudes se aprenden o se perfeccionan, y quien nace con facultades sensitivas excepcionales, si no las practica ni las desea perfeccionar, las deteriora o las pierde.

Es por ello por lo que todo el sistema educativo, desde los más pequeños hasta la Universidad, debe plantearse consciente y eficazmente la promoción de la sensibilidad en sus diversas formas, con el fin de aportar a los alumnos los instrumentos necesarios para crecer en lo artístico y en lo creativo. El cine aporta elementos sensibles. Su carácter eminentemente visual y sonoro, su disposición para relatar de manera diferente al relato oral, la mezcla de situaciones y los procedimientos para contarlas lo convierten en un componente de importancia necesario para percibir y agilizar los mecanismos de la percepción.

La sensibilización es el primer eslabón del aprendizaje y sin ella es imposible llegar a niveles más altos del mismo. Podemos ser sensibles a determinados estímulos y no a otros. Es un problema de intencionalidad que se puede estudiar con el fin de promover en los alumnos actividades mediante las cuales pueden aprender a apreciar situaciones para las que antes eran poco o nada sensibles.
El valor de la creatividad

La cantidad, variedad y calidad de las imágenes cinematográficas, la abundancia de contenidos y temas, la gran variación en los estímulos, provocan inmejorables ocasiones de acrecentar la creatividad provocando la asociación de ideas casi inmediata, las reflexiones, el recuerdo y la memorización de datos, propicios para incrementar el bagaje cognoscitivo y por lo tanto para relacionar y crear nuevas formas de pensamiento.

El ser humano necesita para su subsistencia de la capacidad creativa. Son necesarias la imaginación y el arte para hacer posible la integración del pensamiento, no solamente en las actividades o conocimientos llamados artísticos, sino también en las ciencias experimentales, en los procedimientos heurísticos y en todos los métodos y técnicas necesarios para una didáctica eficaz y actualizada. Se trata de redescubrir la verdad para que el alumno repita en sí mismo los procesos creadores.

Inventamos todos los días, ya que inventar es descubrir lo oculto, aunque ya esté inventado por otros hace muchos años. El proceso de descubrir algo nuevo es para el alumno un aprendizaje de condición indispensable para lograr sus capacidades de investigación.
El valor de lo cognoscitivo

Durante años hemos criticado la excesiva acumulación de datos que obligábamos a acumular a nuestros alumnos y, en muchos casos con buena intención, hemos pasado al otro extremo, al de no dar ni un solo dato ni procurar apenas aprendizajes de tipo cognoscitivo. El problema está en el procedimiento utilizado para promover el aprendizaje y no en los mismos contenidos, en la mayoría de los casos. El arte, y el desarrollo de la dimensión artística, necesita también de multitud de conocimientos, ya sean históricos, lingüísticos o técnicos, para poder expresarse. El sistema educativo debe proponer a los alumnos dichos elementos.

El cine presenta temas, nombres, situaciones, argumentos, dramas, contenidos, diversión, filosofías y tendencias, ideas, datos históricos, vestuarios, localizaciones y paisajes, que aumentan las capacidades cognitivas. El alumno aprenderá en mayor medida técnicas poéticas, pictóricas, dramáticas o musicales cuanto más las practique. La misión de la enseñanza es enseñar, es decir, proponer alternativas variadas. El alumno debe experimentar, probar, participar y sus conocimientos aumentarán haciendo posible así una mayor globalización de conocimientos y por lo tanto un crecimiento de su síntesis creativa.

Se cumplirán así los objetivos más importantes de la educación de lo estético y artístico, mediante la confección de obras de arte, y la contemplación recreativa de las mismas y de otras realizadas por diversos artistas.

El valor expresivo

La especie humana debe aprender a exteriorizar sus sentimientos y emociones, a través de variadas manifestaciones que componen el arte. El sentimiento se materializa a través de la pintura, de la expresión corporal y de la dramatización, de la poesía, de la expresión literaria, o de la música y de toda su gama de posibilidades. En el perfeccionamiento de la expresión, en la propuesta de nuevas alternativas, en el dar a conocer técnicas expresivas y en el apoyo a la comunicación interpersonal debe intervenir todo el sistema educativo.

El cine se expresa de manera diferente a la poesía o al teatro, a la pintura y a la literatura, a la fotografía y a la música, siendo sin embargo el conjunto de todas ellas y de muchas más artes y disciplinas.
Los derechos humanos en el cine

Imágenes, noticias, fotografías, reportajes, películas, documentales y eslóganes nos impactan jornada a jornada poniendo ante nuestros ojos la violación en todo el mundo de los derechos fundamentales del ser humano. Pareciera que los derechos no existen, sí las violaciones de los mismos. La noticia es o suele ser precisamente ésa, la ruptura de las más elementales normas de convivencia y solidaridad y no lo contrario. La solidaridad, salvo cuando las situaciones llevan a límites terribles, no genera noticias.

Uno de los últimos premios «Goya» al mejor cortometraje documental se lo llevó una película de Silvia Munt, Lalia, sobre la vida del pueblo saharaui en los campos de refugiados en Argelia. En infinidad de ocasiones, ciertos países del tercer mundo nos sorprenden con la filmación de su existencia. A veces son películas de muy buena calidad, realizadas con precariedad de medios indiscutible, pero que no se exhiben en salas comerciales, por lo que su difusión es mínima. Pueden ser proyectadas en la televisión en las madrugadas de «la dos» o en cadenas de pago. Nos aportarían visiones muy completas de la manera de vivir y dificultades de otros pueblos, etnias y culturas, diferentes a la europea o norteamericana, que es el que continúa dominando.

Veíamos hace poco en un documental a occidentales que llegaron a tomar contacto con una tribu amazónica y a los indígenas desconcertados ante la pregunta: ¿de quién es esta tierra? La tierra no es de nadie en las antiguas culturas, todos la defienden, y en ello radica la solidaridad. No existe el concepto de propiedad de la tierra. Si entendiéramos la solidaridad como ellos, evitaríamos la colonización sobre el medio-ambiente y nuestros patrones culturales podrían ser más comunales.

La importancia de analizar películas

El cine aporta todos los pensamientos. Hace años que vi la película Padre padrone (1997), italiana de Paolo y Vittorio Taviani. Desde entonces, cuando pude hacerme con ella en vídeo, la utilizo con alumnos, mayores o menores, con el fin de analizar la importancia de la educación, el esfuerzo para algunas persona sde acceder a una escuela y la importancia del esfuerzo humano a pesar de todas las dificultades. Es un película dura, con algunos pasajes que algunos adultos han considerado escabrosos, y que hace unos años, la primera vez que se pasó en televisión española causó más de un quebradero de cabeza los directivos. Sin embargo es una historia tan real, que puede y debe verse, más aún teniendo en cuenta que nuestros adolescentes ven secuencias más duras y discutibles en cualquier serie juvenil de la tarde. El film es una defensa de la escuela y de su necesidad, y un alegato contra la dependencia absoluta, sea al padre o a la sociedad.

Padre Padrone se basa en el relato autobiográfico de Gavino Ledda, un joven pastor que se libera de la tiranía de su padre, que lo arrancó de la escuela, hasta llegar a lingüista y escritor, uno de los más conocidos de Italia. La película, siguiendo la autobiografía de Ledda, presenta al hijo como un objeto posesivo del padre, y la relación padre-maestro/hijo-esclavo. «Tu no eres el patrón de nadie», le dice furioso Gavino al padre. El comienzo de la película es una terrible secuencia en que se muestra al padre entrando furioso en el aula de su hijo y llevándoselo a la fuerza a la montaña para convertirlo en pastor. Es un padre brutal que aterroriza a los otros niños de la clase y al profesor. A los otros niños les dijo: «Hoy le ha tocado a Gavino, mañana os tocará a vosotros».

Gavino estuvo en el monte hasta los 18 años, en que dejó a su familia y el campo y se enroló en el ejército. Allí estudió y se licenció como sargento experto en electrónica. En 1961 consiguió terminar la enseñanza media y entró en la universidad de Roma. Hoy día es uno de los grandes lingüistas italianos, autor de numerosos textos sobre literatura y lenguaje..

La película abre una puerta a la reflexión. Los hechos son universales, se dan en todos los lugares, con mayor o menor fuerza. La película puede servir de base para realizar un repaso reflexivo sobre la amistad, el conocimiento, el rechazo de la injusticia, el derecho a la educación y los factores que lo dificultan. El conflicto entre Gavino y su padre es el pretexto para un cuadro de alcances más amplios: el silencio, la falta de educación, la dependencia... no son temas que se circunscriban a un personaje, y ni siquiera a un lugar determinado del mundo, esa Cerdeña donde transcurre la acción de esta película.

Se puede reflexionar sobre el derecho a la educación, la necesidad de la formación de cara a la socialización y a la búsqueda de un trabajo, el maltrato de padres a hijos, la dependencia de muchos niños de padres y maestros, la posibilidad de salvar las barreras con otras oportunidades, la educación de adultos...
El valor de aprender de los otros

Todos aprendemos de todos. Un axioma repetido con frecuencia en la nueva pedagogía se puede analizar en estas dos películas. Los cambios que se producen en los alumnos ya los analizaba la educación tradicional. Los cambios que se producen en los profesores, cada vez se van valorando más.

Una película pudiera ser Educando a Rita (Educating Rita) realizada en 1983 por Lewis Gilbert. Reflexión sobre la educación mutua entre alumnos y profesores. En Educando a Rita, el profesor, un personaje anárquico y borrachín, que se salta todos los esquemas y convenciones universitarias, vuelve a ellas debido a las enseñanzas de una joven de barrio con poca cultura pero con unos deseos obsesivos de cambiar, de ser otra persona. La película entera es un canto a la libertad en la educación y un recorrido por la dependencia que cada uno de los protagonistas tiene de sus criterios y experiencias. En los últimos momentos de la película se nos permite adivinar que tanto la alumna como el profesor se han ayudado a cambiar mutuamente y se han liberado. Los dos personajes, sin pretenderlo, se ayudan mutuamente: la joven, de pocos estudios, y con el único interés de completar su educación para adquirir un título y disponer de un mayor status social, encuentra a un profesor que le enseña a valorarse a sí misma por lo que es y no solamente por lo que puede aprender. Esta nueva perspectiva creará tensión en el matrimonio de la joven. El profesor, que tiene a su vez problemas con la bebida y de identidad personal y profesional, descubre en las actitudes y comportamientos de Rita, pautas para encontrar su camino.

En El indomable Will Hunting (Good Will Hunting) realizada en 1998 por Gus Van Sant, Will Hunting es un joven-prodigio autodidacta que trabaja en los servicios de limpieza de un Instituto. Un profesor de matemáticas descubre sus portentosas facultades e intenta que reconduzca su vida al mismo tiempo que le incita a manifestar sus habilidades en su propio beneficio. Tras pagar una fianza para que salga de la cárcel, el profesor consigue que acepte el tratamiento de un psicólogo (Robin Williams) con el que entablará un profunda relación. Al mismo tiempo se enamorará de una joven y la relación con sus amigos, especialmente con uno de ellos, sufrirá una ligera transformación. Tras muchos enfrentamientos, el joven y el psicólogo, ven cambiadas sus vidas a partir del aprendizaje mutuo. Otra película que cuenta varias historias, en las que todos aprenden de todos, trasvasando información, valores y comportamientos.

Analizar esta película es valorar las figuras de los profesores, de los alumnos, de la novia, de los amigos, apreciando los cambios que se van produciendo en las conductas de cada uno durante el desarrollo del relato.






Publicado en «Comunicar : revista científica iberoamericana de comunicación y educación». Huelva 2003, n. 20, p. 45-52


© Enrique Martínez-Salanova Sánchez

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