La hazaña histórica de la loquilla de Arco

En este ocasión, por mi complejo y nada más mi complejo de apellidarme "de Arco" y mi ventaja de ser redactora de este cuchitril -por ahora única redactora- (el comediante Kamadeva decidió abandonarme por ser tan irreverente) voy a anunciar una hazañita histórica de esta chamita que oportunamente pocos conocen.

Mejor les dejo el relato del mismísimo Juan Daulon, quien fuera su escudero y por lo tanto un sujeto que obviamente estará más cerca de los testimonios de los hechos:


"…y los que habían lo hicieron lo mejor posible por tomarlo [St. Pierre], pero a causa del gran número de gente en el pueblo […] los franceses se vieron obligados y forzados a abandonar […] y en este momento, el «Testificante» fue herido por un golpe en el talón, que no se rompió pero que lo dejó sin aguantarse de pie ni poder caminar. Entonces se dio cuenta que la Pucelle se había quedado acompañada por un número muy reducido de su gente y de otros; allí en medio de la batalla, parecía miles contra cientos, y el Testificante, viendo que el problema podría ir más allá, [recuérdese que una buena parte del ejército había huido] montó un caballo y acudió inmediatamente su auxilio, exigiéndole qué estaba haciendo allí sola y por qué no se había ido como el resto. Ella, después de sacarse el casco de la cabeza, replicó que en absoluto estaba sola, y que todavía le quedaban en su compañía cincuenta mil de sus hombres, y que no se iría hasta no tomar el pueblo. Y el Testificante dijo que en aquel momento ella podía decir lo que quisiera, que con ella no había más que cuatro o cinco personas [no en el sentido literal, sino utilizando una figura retórica, como «sólo cuatro gatos»], y esto él lo sabe perfectamente […] quien de manera parecido la veía, cuando de pronto tres hombres envainaron su espada y se lanzaron sobre Juana, ésta hábil y sagaz los esquivaba, y los confrontó en batalla, se trataba de tres ingleses contra una francesa, así la batalla sucedía hasta que socorrieron cuatro caballerías, quedaría así descrita la hazaña tres versus una al combate físico, que en Ruan se debía conocer"


Añadiría que aquellas acciones crearían en ese escudero una imagen mucho más divina de «la Pucelle».

De pronto esta loquita pasa apercibida, y su locura y disque religioso le condenen a no ser valorada por haber tenido tanto valor.

Comentarios

Entradas populares